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Daniela García: ni una zancada más larga que otra

El mundo está empeñado en que Daniela García corra y corra, y no deje de correr, y que además lo haga a toda velocidad porque su deliciosa zancada invita a ello; sin embargo Daniela prefiere caminar de puntillas, herencia de su pasado en el ballet, y sin cronómetro en la muñeca. Que las marcas fluyan. No tiene prisa por triunfar: “Es guay correr rápido con 19 años, pero también quiero hacerlo con 25. Confío en Antonio (Serrano, su entrenador), no quiere que me salte pasos y yo tampoco“.

No ha cumplido los 20 esta mallorquina, que llegó a Madrid en verano de 2019 y hasta hace un mes en Andújar jamás había competido en un mitin a pesar de ser ya semifinalista en un Euroindoor, pero afronta con madurez situaciones en las que incluso a las más veteranas les tiembla el pulso. “En Torun estaba en cámara de llamadas con todas esas señoras y no me impuso, no estaba para nada atacada. Tenía unas ganas de correr… No es solamente lo que tengas en las piernas, sino cómo puedas afrontar los grandes campeonatos“, reconoce.

Para ello, Daniela tiene un secreto. O mejor dicho, dos. El primero es su innato carácter alegre y despreocupado. Y un amor puro por lo que hace: “Me entristece cuando en una carrera mis rivales tienen cara de pánico, como si se quisieran ir a casa. No me gusta ver eso. Tienes que pasártelo bien porque las competiciones son la fiesta del atleta. Yo intento sentirme a gusto. Si no, ¿para qué estás ahí?”. El segundo lo ha aprendido de su madre, instructora de yoga y experta en yoga terapéutico: “Tengo un proceso que hago en las competiciones. Me repito un mantra desde el calentamiento, concentrándome solo en mí. Es personalizado en cada competición, depende de cómo la quieras afrontar. Un pequeño pensamiento que quieras tener en la cabeza y no sales de ahí“.

Entre las prioridades de Daniela, y eso que entrena muy rápido, no están los tiempos. Por sorprendente que parezca, vive libre de la dictadura del cronómetro. “Me he acostumbrado a correr por sensaciones. Si me dicen un ritmo intento aproximarme lo máximo posible y, casualmente, suelo clavarlo. Me fío de esa parte de mí. Sí que pido un reloj cuando me toca tirar en alguna serie con mis compañeras, porque no quiero liársela, pero si fuera por mí…“, señala. “Los tiempos para mí tienen importancia solo hasta cierto punto. Acabas un entrenamiento, has hecho esta marca, muy bien, pero ¿cómo la has hecho? Puede que no hayan sido marcas increíbles, pero las he hecho supercómoda. Corro escuchándome a mí misma“.

A sensaciones, Daniela García ya posee unas marcas espectaculares, como sus 2:04.14 en 800m en pista cubierta, logrados en las eliminatorias del Europeo de Torun. Al aire libre, en la segunda carrera con liebres de su vida, hizo 2:04.88. En la primera había batido el récord de España sub23 de 1000m con 2:39.36. Pero esos registros son solo la punta del iceberg, y Daniela lo sabe.

Igual que sabe que llegará el día en que no le valdrá con entrenar cómoda: “El día que de verdad quiera sufrir más, lo haré, pero aún no. Si voy a estar varios años quiero llevar unas etapas, que me las he montado yo en mi cabeza porque sí, y si ahora no me sale dar ese puntito más en los entrenamientos prefiero no hacerlo. Pero en unos años, si quiero llegar a unos Juegos Olímpicos, al final tienes que exprimirte y sé que voy a tener que empezar a dar un puntito más en el día a día“.

La mejor Daniela García de 2021, en todo caso, está por llegar. Ha sido subcampeona de España absoluta de 800m en pista cubierta y al aire libre y campeona nacional sub23 tanto en invierno en Valencia como en verano en Nerja. En esta categoría aspira a todo en el Europeo que se celebrará en Tallin del 8 al 11 de julio. Aunque la mallorquina llega con la novena marca de las inscritas, es la mejor entre las sub23 de primer año (nacidas en 2001) y rinde especialmente bien en carreras consecutivas, como demostró en el Europeo sub20 de Boras en 2019: en Suecia fue sexta corriendo la tercera marca de su vida en eliminatorias, la segunda en semis y haciendo marca personal en la final, a pesar de entrenar entonces solo tres días a la semana. “No me lo ha dicho textualmente, pero creo que Antonio me está preparando para que mi pico de forma de esta temporada sea en Estonia. Tengo muchas ganas, si bien no será fácil porque habrá chicas con dos años más que yo que cuidado con ellas. Mi objetivo será pasar las semis. Y en la final, pregúntame ese día“, dice riendo a carcajadas. “Pero sí, darlo todo y aprovechar la oportunidad, que en esos campeonatos se corre mucho. Estar en las medallas sería lo máximo“.

Quienes mejor la conocen coinciden
Para corroborar nuestras impresiones con Daniela García hemos preguntado a gente que la conoce muy bien. Empezando por Marta Pérez, compañera de entrenamiento en el grupo de Antonio Serrano en Madrid, y que en su momento ocupó la posición de la mallorquina como joven recién llegada de Soria a un grupo de profesionales. “Daniela es una chica superalegre, muy positiva y optimista. Es muy fácil entrenar con ella porque todo le parece bien, todo lo intenta. Si se pone a entrenar con nosotras, le parece bien entrenar con las mayores. Si se tiene que poner a tirar un trozo, lo tira“, señala Marta, cuarta en 1500m en el Euroindoor de Torun este mismo año. “Yo creo que es buenísima. Simplemente la forma que tiene de correr; se desliza por la pista. La ves entrenar y no le cuesta. Tiene un tobillo que sale superfácil de la pista, eso es muy importante. Además de eso, sí que trabaja. Tiene las ideas muy claras y bastante seguridad en sí misma. Baja a la pista con mucha confianza, piensa que puede hacer todos los entrenamientos. No duda“, incide la soriana.

¿Qué le dice alguien con la experiencia de Marta Pérez (ya un lustro compitiendo internacionalmente) a una recién llegada a la élite como Daniela? “De verdad que no necesita ningún consejo de cómo afrontar una competición. Compite sin ningún tipo de prejuicio. Qué le voy a decir yo si llega al Campeonato de Europa de pista cubierta y le da igual todo. Sí que le doy algún consejo más del día a día: que no se le olvide presentar esta beca, o mandar este papel, cómo llegar hasta algún sitio en Madrid… O a veces me pregunta qué zapatillas ponerse para hacer alguna serie“, responde la vigente subcampeona de España de 1500m, ya clasificada para sus primeros Juegos Olímpicos.

Otro de sus referentes es, sin duda, Antonio Serrano. El entrenador que guía los pasos de Daniela García con tiento para que su carrera en la élite sea longeva. “La conocí cuando vino a hacerse unas pruebas médicas a Madrid y bajó a entrenar con el grupo. Me llamó la atención que era muy jovial, muy natural y sencilla, con ganas de aprender. Venía casi sin entrenar nada y aguantó el entrenamiento de mi grupo de cuatrocentistas. Eso me dio la idea de que tenía talento. La vi disfrutar haciéndolo y eso me gustó“, revela sobre su primera impresión.

El técnico de La Solana hace hincapié, como Marta, en la actitud de Daniela: “Lo que más destacaría de ella es la parte personal. Su sencillez, que ama el atletismo y disfruta con ello. Le encanta el día a día“. Y en la parte física, “ese correr tan bonito, tan ágil, con una zancada muy amplia y rápida para lo pequeñita que es. A simple vista ves que tiene una buena técnica, que trabajándola un poquito tiene esa naturalidad para ser una gran atleta“. Sobre lo que debe mejorar, Antonio también lo tiene claro: “Es rápida y lo que más estamos trabajando es la resistencia, ella misma dice que es lo que más le cuesta. Cuando llegó le costaba rodar media hora. Ha estado trabajando mucho la parte aeróbica sin descuidar la velocidad, que es muy importante para un 800m, y está aprendiendo cosas continuamente“.

Por último, Jorge González Amo y Esther Guerrero coinciden en su carácter competitivo. “La mentalidad de Daniela me encanta. Me lo demostró cuando me dijo en Granollers, en 2019, que iba a ir a hacer la mínima para el Europeo sub20. Sabía que lo valía y fue a hacerla. Salió en un Campeonato de España jugándose un título y la logró. Eso demuestra que no se asusta y es muy importante. Es lo que más me gusta de ella aparte de su forma de desplazarse en la pista“, confiesa el coordinador-asesor del sector de mediofondo en la RFEA.

De Daniela destacaría por encima de todo su alegría compitiendo, lo que transmite, su naturalidad y las ganas de comerse el mundo que tiene con 19 años. Eso le va a dar mucho valor a una prueba tan bonita como el 800m y va a animar a muchas chicas jóvenes el ver que tienen una rival fuerte con quien medirse. Subirá el nivel de la prueba“, asegura Guerrero, la ochocentista española más destacada del último lustro (líder nacional cada año de 2015 a 2020) y la tercera de la historia en bajar de dos minutos.

Una ‘compañía’ para toda la vida
Si uno escucha hablar a Daniela descubre que su actitud despreocupada no es fachada, y es que además la aplica a casi todas las situaciones de su vida. Solo se libran los exámenes: “Ahí me pongo atacada. El otro día iba a uno y estaba horrible. Pensaba: en el Europeo con tremendas tías estaba tan tranquila y aquí, que si suspendo tengo una extraordinaria…“.

Sí que relativiza la enfermedad que le cogió por sorpresa con 14 años (en 2016), tras pasar una mononucleosis después de proclamarse campeona de España cadete de 600m en pista cubierta. “Empezaron a hacerme más análisis de sangre y resultó ser una hepatitis autoinmune del hígado, que me brotó y me tuvo un mes en el hospital, una semana en la UCI. Salí del hospital pensando literalmente que a la semana siguiente iba a ir a entrenar, pero pasaron las semanas y me di cuenta de que no iba a poder correr hasta que me quitaran el antibiótico. Fueron seis meses, pero la verdad es que no tuve ninguna crisis“, recuerda.

Pero a partir de ahí no he tenido ningún problema en mi día a día“, asegura Daniela, a quien a principios de junio le quitaron los corticoides pero sigue necesitando medicarse: “Me lo van rebajando, eso sí. En un principio tomaba ocho pastillas por la mañana y otras cuatro por la tarde, eso era lo normal para mí. Ahora solo mañana y noche, análisis de sangre periódicos y consultar con mi médico. En principio me han dicho que aunque sea la dosis mínima tendré que tomar la medicación durante muchos años“.

Por : Miguel Olmeda

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